De qué me sirve ser agradecido (y cincuenta formas de serlo y una app que me ayuda)
Dicen las malas lenguas que vivimos unos tiempos… cómo lo díríamos para que no caigas en el desánimo… unos tiempos fatales. Sí, sí, lo sentimos pero parece ser que es así.
Es cierto que para quitarnos de delante esta visión de devastación, tenemos algunas dificultades añadidas a los hechos en sí. Por una parte, contribuye en buena medida a nuestra desesperanza el hecho de estar inmersos en una contexto social plagado de medios que «reflejan» la realidad a su manera. Tampoco nos ayuda demasiado el hecho de ser humanos y cargar con nuestra peculiar característica de fijarnos más en lo malo que en lo bueno de entre todas nuestras experiencias. Con todo esto jugando a nuestro favor, estaría bien encontrar algo que nos ayude a salir adelante, ¿no? Y, a ser posible, que no requiera mucho esfuerzo, que ya tenemos muchas cosas que hacer. ¡Ah!, y que no sea muy caro, que no estamos para gastos.
«La felicidad de la vida está hecha de fracciones de minuto – la pequeña y pronto olvidada caridad de un beso o una sonrisa, una mirada amable o un cumplido sincero»
― Samuel Taylor Coleridge
¡Eureka! Parece que el remedio, en este caso, existe. Y se llama «dar las gracias» o «mostrar agradecimiento». No sabemos si se trata de una panacea, pero dicen los entendidos que sirve, entre otras cosas, como amortiguador del estrés, y las personas que lo hacen habitualmente son menos propensas a experimentar envidia, enojo, resentimiento, arrepentimiento y otros sentimientos negativos.
«¡Fantástico, voy a probarlo! ¿Y cómo lo hago?», os preguntaréis. Pues parece que es relativamente sencillo, y que cualquier oportunidad es buena para mostrar nuestro agradecimiento: desde apoyar a alguien para que haga algo que siempre ha querido hacer y no se atreve, hasta llevar el plato y la taza de vuelta a la barra en la cafetería, o dar las gracias cuando alguien nos hace un cumplido. Y si estas no os gustan, os dejamos con cincuenta ideas que podéis utilizar para ir practicando, con los demás y con vosotros mismos.
Y si sois más de trabajar «hacia adentro», también es muy buena idea llevar un «diario de gratitud», para el que os puede ser de gran ayuda esta aplicación, si además sois de las rarísimas personas a las que no les gusta demasiado escribir en papel.
¡Ah, por cierto! Como nos gusta predicar con el ejemplo: muchas gracias por leernos.
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